Descripción del sitio
Gandesa es capital de la comarca, con 2.640 habitantes. Todo y su crecimiento industrial y comercial, conserva inalterable el patrimonio artístico e histórico. El término municipal forma una extensa meseta rodeada de montañas, entre las cuales destacan la sierra de Caballos y el monte Caballero.
El yacimiento arqueológico del cuello del Moro, a seis kilómetros de la capital, conserva tres necrópolis de diferentes épocas y un yacimiento ibérico. Gandesa fue siempre un cruce de caminos. Cómo sucede en la mayoría de poblaciones de la Terra Alta, la primera documentación escrita del municipio se remonta a 1153, cuando fue cedido por Ramon Berenguer IV a los templarios como parte integrante del gran término de Miravet. Uno de los hechos históricos más destacados de Gandesa fue la boda real entre el heredero de la Corona de Aragón, el niño Jaime II, y la hija de Fernando IV de Castilla, Leonor, un enlace conocido como la «farsa de Gandesa», puesto que el matrimonio no se llegó a consumar nunca. Por su resistencia durante la primera guerra carlista recibió el título de «muy leal, heroica e inmortal ciudad de Gandesa». Durante la Guerra Civil, en la batalla del Ebro, la población fue objetivo de los republicanos apostados en las montañas de Pàndols y de Caballos, que nunca llegaron a conquistarla.
El núcleo antiguo estuvo fortificado hasta el siglo XIX. Entre sus monumentos destaca la iglesia arciprestal de la Asunción, construida durante el siglo XIII, con ornamentación de inspiración morisca y ampliada durante los siglos XVI y XVII, momento en qué pasó a ser de estilo barroco y neoclásico. La antigua casa consistorial es un edificio señorial del siglo XV, ejemplo del gótico civil catalán. Otro edificio notable es la prisión, que podría ser el antiguo castillo-palacio de los perceptores santjoanistes. Fecha de los siglos XIII y XIV y fue reformado el siglo XVII.
Una de las joyas arquitectónicas de Gandesa es la impresionante bodega cooperativa que, como otras de la comarca, fue construido el 1919 por el discípulo de Gaudí, Cèsar Martinell, siguiendo la estética modernista.
Como lugar singular, hay que mencionar el balneario de la Fontcalda, con fuentes de aguas minerales y termales, y una edificación de estilo neoclásico del siglo XVIII.