Descripción del sitio
La belleza de los parajes naturales propios del río de Algars es uno de los atractivos de esta pequeña población de 350 habitantes. En el nordeste de su territorio se encuentra la sierra de Botja y en el sur, la de Pessells.
Caseres, el topónimo de la cual según la tradición tiene origen en la gran abundancia de caza que hay al término, en 1153, cuando el castillo de Miravet fue dado a los templarios por Ramon Berenguer IV en agradecimiento en su lucha contra los sarracenos, pertenecía en Horta de Sant Joan. Dentro del término de Caseres, no muy lejos del pueblo, hay el núcleo de Almudèfer, donde todavía hoy se pueden ver los vestigios del castillo y la iglesia de Santa Anna. Originariamente el lugar fue ocupado por los sarracenos y, posteriormente, en 1280, se le otorgó carta de población. El siglo pasado, Almudèfer se incorporó definitivamente al municipio de Caseres.
La iglesia parroquial de Santa Anna se empezó a construir el siglo XII. La nave rectangular es de tradición románica y el ábside es gótico. Destaca la portalada de arco de medio punto con dovelas enmarcadas y un guardapolvo dentado.
El poblado ibérico del monte de Gesseres estuvo ocupado hasta la época romana y fue excavado a principios del siglo XX. El castillo de Almudèfer se encuentra sobre un pequeño cerro junto al río de Algars y cuenta con una curiosa cisterna excavada a la roca viva. Junto al castillo se encuentra la iglesia de Santa Anna, de estilo románico de transición al gótico, de la cual todavía se conservan dos arcos de diafragma y la obra renacentista del ábside. En el interior se conserva la imagen de piedra de santa Maria Magdalena, de estilo flamenco.