Descripción del sitio
El Centro Picasso de Horta quiere ser un homenaje permanente a Picasso y reúne la reproducción, lo más fiel posible de todas las obras que el artista creó en Horta y con las que inmortalizó este pueblo.
El visitante y el estudioso encontrará en su interior, una muestra fehaciente de los lazos profundos que unen esta tierra con el gran artista, lazos que él mismo sintetizó en la célebre frase:
Todo lo que sé lo he aprendido en Horta
Cada planta del edificio contiene diferentes partes de la vida de Picasso.
En la planta baja, se explica mediante objetos, fotografías y palabras del propio Picasso, los fuertes lazos afectivos que se establecieron entre Horta y el pintor.
En la primera planta se exponen las reproducciones facsímiles de las obras realizadas en la primera estancia (1898-1899) y las evocaciones de 1903.
En la segunda planta la obra cubista realizada en Horta el verano de 1909 y las evocaciones del mismo año hechas en Barcelona y París en la primavera del mismo año, antes de retornar a Horta.
El EDIFICIO
El Centro PIcasso es un edificio renacentista de tres plantas situado en la finalización de las calles del Hospital y del Raval de los Ángeles.
La pared que se encuentra situada en la parte del arrabal viene de un muro que salva un importante desnivel del terreno.
El edifcio consta de tres plantas: en la parte baja podemos ver tres aspilleras, en el segundo piso restos de ajimeces y al tercero una galería con seis arcos. En el edificio se puede acceder por dos puertas una de medio punto, adintelada, situada en la fachada principal, por donde se accede a la planta baja y que la que se utiliza habitualmente, y otra más elevada que se encuentra en la pared que da a la calle del Hospital, por donde se accede al primer piso.
En este tramo de pared también se encuentra una pequeña capilla adosada, dedicada a la Virgen de los Desamparados. A principios del siglo XX el edificio contaba con un pequeño campanario, hoy desaparecido, y que podemos observar en uno de los aceites que pintó Picasso en su estancia de 1898.
HISTORIA
Las primeras noticias escritas que tenemos del edificio que actualmente conocemos con el nombre del Antiguo Hospital se encuentran en las ya mencionadas Rationes Decimarun del 1279, donde en el pago de la contribución de la décima sale el «Capellanía Sancti Iacovi» . Este cura era el titular de la iglesia de Santiago, que en aquellos momentos se encontraba fuera de los muros de la ciudad.
Se cree que a parte de ser un lugar de culto cumplía las funciones de albergue para los peregrinos o romeros que, procedentes de Tortosa, seguían el Camino de Santiago. Sin embargo, también hay otras opiniones que sustentan que el Camino de Santiago del Ebro no pasaba por Huerta. Esta iglesia se cree que hacia mediados del siglo XVI se encontraba en muy mal estado, y en 1575 se construyó en su lugar el actual edificio renacentista. De esta primitiva iglesia dedicada a Santiago tan sólo queda una evocación representada por una pintura de la imagen ecuestre del santo, actualmente propiedad de una rama de la familia Azoteas.
Es a partir de finales del siglo XVI cuando el edificio hace las funciones de hospital de pobres y transeúntes, es decir, de beneficencia. En los documentos que se conservan del siglo XIX se hacía constar que su función era «ACOG Enfermos pobres, Tanto vecinos como forasteros». Había una Junta Local de Beneficencia que se encargaba de gestionar su funcionamiento, y en caso de que hubiera pérdidas se hacía cargo del Ayuntamiento. Sabemos, a través de la documentación municipal, que en 1849 hubo unos gastos de 304 reales, de las cuales 112 eran para manutención de los ingresados, 150 para ropa y 45 para medicinas. Su renta de ese año fue de 130 reales, proporcionados por los rendimientos de una finca propiedad de la Beneficencia conocida con el nombre de la Suerte del Hospital, de una extensión de 161 áreas, y que se encontraba situada en la partida de las Crucetas.
En 1837, durante la Primera Guerra Carlista, el edificio fue quemado por los liberales, y en su interior murieron cuarenta personas. Del edificio no debieron quedar más que las cuatro paredes para que entre los años 1852 y 1853 se hicieron obras destinadas a levantar su interior, que se pagaron por suscripción popular. Una vez terminadas, sabemos que, de los tres pisos de la casa, la planta baja y el primer piso servían para alojar los enfermos, mientras que en el segundo se acogían peatones pobres.
La finca (Suerte del Hospital) es desamortizada en 1869, y la adquiere el cirujano barcelonés Agustín Meseguer. El Hospital pierde de este modo su fuente de financiación, y esto provoca el declive de su actividad asistencial.
Nos consta en un documento fechado en febrero de 1903 el inventario de todo el material proveniente del Hospital, que un ciudadano entrega a los representantes del Ayuntamiento. Es muy probable que este documento fuera el certificado del fin de su existencia.
Posteriormente el edificio fue el cuartel de la Guardia Civil hasta 1978. Después de unas obras de rehabilitación que finalizaron en 1992,